El Monasterio Novodévichy se encuentra a las afueras de Moscú, la parada de metro es Sportivnaya, Línea 1 Roja. A la salida del metro nos tendremos que dirigir hacia la derecha y caminar un poquito 5-10 minutos.
El Monasterio se encuentra en restauración, la verdad es que tiene partes muy deterioradas y actualmente parece que tiene zonas cerradas. Ha sido un lugar muy importante in la Historia de esta ciudad, y es patrimonio de la Humanidad. El edificio más que un monasterio parece una fortaleza, por sus murallas y torres de vigía. Cuando lo recorres y conoces su historia entiendes el por que de esta construcción amurallada.
Con la entrada al recinto puedes acceder a algunas dependencias, así como a una capilla que se utiliza en la actualidad.
Detrás del Monasterio se encuentra el cementerio del mismo nombre, nosotros no nos acercamos ya que teníamos un día muy completo y no nos daba tiempo.
Tras esta visita, cogimos el metro y nos dirigimos al Museo de los Cosmonautas. Parada de Metro VDNKh, Línea 6 naranja. Cruzamos la cuidad en metro, nos viene bien para descansar un poco ya que tres días caminando una media de 15 KM empiezan a hacer mella, y a la vez vamos viendo las maravillosas estaciones de metro de esta ciudad.
Al salir del metro ya se ve la grandiosa torre de titanio parte del monumento a los conquistadores del espacio, que se encuentra justo encima del museo.
El precio del Museo es de 250 rublos por persona, si se lleva cámara de fotos hay que pagar 230 rublos más.
Me pareció un Museo interesante, por lo distinto de su temática. Hace un recorrido por la historia espacial rusa, que ha sido la más importante junto con la americana. Yo no soy experta del tema espacial, pero merece la pena, ya que no se tienen muchas oportunidades de ver un mueso de este tipo.
Se pueden ver satélites, entrar en una cápsula donde vivían los astronautas, podrás ver y sentir como vivían, realmente claustrofóbico. Personalmente lo que más me gusto fueron la cantidad de trajes espaciales que tienen, ver la evolución que han sufrido es impresionante...
Y como no, esta Laika, el primer ser vivo que Rusia mandó al espacio, al lado de la cápsula donde viajó.
Aquí os dejo el enlace del museo, por si queréis echarle un vistazo:
http://www.kosmo-museum.ru/?locale=en
Tras la visita del mueso, comemos por la zona, hay varios restaurantes de comida rápida, muy cerca de la entrada Principal del Centro Panruso de Exposiciones.
Volvemos al metro y nos dirigimos hacia la Catedral de Cristo Salvador, Metro Kropotkinskaya, Línea 1 roja, preciosa iglesia que merece la pena visitar, la entrada es gratuita y las vistas desde el río con el Kremlin al fondo merecen la pena.
Desde aquí encaminamos nuestros pasos hacia el Parque Gorki, famoso parque donde los moscovitas aprovechan el buen tiempo para pasear, hacer deporte, incluso practicar bailes como la salsa o merengue!!!. Casualmente había un grupo bailando al son de UPA Dance.
La mejor forma de llegar desde la Catedral al famoso parque es ir recorriendo los dos puentes sobre el río y el paseo peatonal Patriarshiy mot.
El inmenso monumento a Pedro I el Grande, nos guiará hacia el Parque Gorki, también conocido como Park Kultury.
Esta escultura tiene una altura de 96 m, una de las más altas del mundo, se dice que no es muy apreciada por los moscovitas.
Una de las historias que circulan sobre ella es que fue realizada para la Expo de Sevilla de 1992, y que originalmente era Cristobal Colón quién la coronaba. Creo que todos es en Colón en quien pensamos al verla, con sus Carabelas. Por lo visto nadie se quedó con la enorme escultura y terminó en este parque como homenaje a Pedro I el Grande, pero ya os digo que puede ser una leyenda urbana.
Aquí os dejo una foto para que juzguéis vosotros mismos...
Recorrido parte del parque salimos por una de las puertas principales, hacia la derecha hay que cruzar el río y la parada de metro más cercana es Park Kultury, línea Marrón circular y línea 1 Roja. Por el otro lado, hacia la izquierda de esta salida está la parada Oktyabrskaya, línea Marrón circular y línea 6 naranja.
Vuelve a atardecer y como mañana termina nuestro viaje decidimos cenar en un restaurante de comida Rusa cerca del Parque.
Este ha sido mi viaje a esta ciudad, la conocí hace 20 años, y volveré dentro de otros 20. Tanto ella como yo hemos cambiado considerablemente. Esta fascinante ciudad de cúpulas doradas representa un equilibrio perfecto entre el pasado y el futuro.